La policía de Tokio ha advertido sobre un aumento alarmante de fraudes relacionados con reembolsos falsos a través de sitios de compras ficticios, un esquema que ha generado pérdidas cercanas a los 150 millones de yenes este año. La maniobra consiste en atraer a consumidores con ofertas atractivas en plataformas falsas de comercio electrónico, solo para defraudarles en repetidas ocasiones a través de aplicaciones de pago digital.
En estos casos, el fraude comienza con la creación de un sitio de compras falso que ofrece productos populares a precios reducidos. Las víctimas, tras comprar en la plataforma y no recibir el producto, reciben un correo del supuesto sitio informándoles que el artículo está agotado y que se realizará un reembolso. El mensaje les pide que se comuniquen por una aplicación de mensajería para completar el proceso, una táctica que permite a los estafadores ganar la confianza de las víctimas.
Uno de los casos más recientes afectó a una mujer de unos 40 años en Tokio, quien, en mayo de este año, pagó alrededor de 15.000 yenes por un boleto para un evento de encuentro con un «idol» en uno de estos sitios. Al no recibir el producto, fue contactada por el presunto equipo de atención al cliente, quienes le indicaron que el reembolso se haría a través de la aplicación PayPay, y le enviaron un código QR.
Los estafadores solicitaron a la mujer una videollamada, durante la cual le guiaron en la manipulación de su teléfono móvil. La mujer, creyendo que recibía el reembolso, completó una transferencia de dinero en lugar de recibirlo, realizando tres envíos consecutivos por un total de 250.000 yenes. Sin embargo, el engaño no terminó ahí. Los estafadores, alegando “errores técnicos” en el proceso, la persuadieron para acceder a su cuenta de banca en línea, desde la cual transfirió cerca de 10 millones de yenes adicionales siguiendo sus indicaciones.
Este incidente es solo uno de los múltiples casos que la policía ha registrado este año, con víctimas en varias ciudades de Japón. Las autoridades explican que el patrón de fraude se ha repetido en diferentes variantes, acumulando en total cerca de 150 millones de yenes.
Las autoridades advierten que cualquier solicitud de reembolso que implique el uso de aplicaciones de pago digital, el escaneo de códigos QR o la modificación de configuraciones de banca en línea debe considerarse sospechosa y podría ser un intento de fraude. “Es importante que las personas eviten seguir enlaces o instrucciones que no provengan de fuentes oficiales”, subraya la policía, que recomienda desconfiar de cualquier reembolso que no provenga directamente del banco o del proveedor de la tarjeta de crédito. (International Press)