La madrugada de ayer, 26 de octubre, Israel llevó a cabo una serie de ataques aéreos en territorio iraní, impactando múltiples sitios militares clave en un operativo que duró varias horas y que fue rápidamente confirmado por las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF). Según el comunicado oficial, la acción fue en respuesta a meses de hostilidades por parte de Irán, que incluían ataques directos contra Israel.
El operativo comenzó alrededor de las 2:15 horas, cuando se registraron explosiones en Teherán, la capital iraní, y en otras ciudades como Karaj, Isfahán y Shiraz. Las IDF señalaron que estos ataques buscaban impactar sitios de defensa aérea y lugares de producción y lanzamiento de drones y misiles balísticos, eliminando amenazas directas contra Israel.
Este ataque representa un movimiento sin precedentes por su magnitud y la admisión inmediata por parte de Israel, que se atribuyó públicamente la ofensiva. Las primeras oleadas de ataques se enfocaron en neutralizar las capacidades de defensa aérea de Irán, facilitando así la operación de los aviones israelíes en el espacio aéreo iraní y permitiendo potenciales incursiones futuras en caso de que Irán decida responder militarmente.
Mientras las operaciones continuaban, medios estatales sirios reportaron ataques israelíes en varias instalaciones militares en el sur y centro de Siria, lo que podría haber sido una estrategia para asegurar el libre desplazamiento de la fuerza aérea israelí en la región.
Según los informes, las siguientes fases del ataque alcanzaron sitios de producción y lanzamiento de drones y misiles, empleados en ataques directos contra Israel en abril y a principios de octubre de este año. Irán reconoció que los bombardeos israelíes habían impactado sitios militares en Teherán y otras provincias, pero afirmó que sus sistemas de defensa lograron interceptar la mayoría de los ataques. Israel desestimó estas afirmaciones, señalando que no hubo ninguna intercepción.
El gobierno israelí ha denominado a la operación “Días de Arrepentimiento”, en referencia a la festividad judía de Yom Kipur. A través de este operativo, las IDF aseguraron que lograron ampliar la libertad de acción aérea en territorio iraní, y advirtieron que cuentan con un «banco amplio de objetivos» que pueden atacar en el futuro si es necesario.
Portavoces de las IDF declararon que la ofensiva se produjo como respuesta a las continuas agresiones de Irán desde el 7 de octubre, incluidas varias incursiones directas en suelo israelí. En las últimas semanas, Irán lanzó alrededor de 200 misiles balísticos que provocaron daños y causaron la muerte de un civil palestino en Cisjordania, además de un ataque con dron en la residencia del primer ministro Benjamin Netanyahu, atribuido a la milicia Hezbollah.
El ejército israelí señaló que, pese a la finalización del operativo, su “capacidad defensiva y ofensiva está plenamente movilizada” y que tomarán todas las medidas necesarias para proteger a sus ciudadanos. «Si Irán comete el error de provocar una nueva escalada, responderemos», declaró un portavoz de las IDF, reafirmando la disposición de Israel de actuar con determinación para defender su territorio.
Fuentes cercanas al gobierno israelí afirmaron que la información de inteligencia proporcionada fue clave para realizar ataques de alta precisión en fábricas de misiles irremplazables en Irán. Un alto funcionario estadounidense confirmó que Israel había informado a Washington antes de ejecutar los ataques y que la administración Biden respaldó el derecho de Israel a defenderse, aunque pidió evitar objetivos nucleares y de petróleo. (RI/AG/IP/)