Hasta el momento, el tifón se encuentra al este de Filipinas, avanzando hacia Japón mientras gana fuerza al pasar por aguas cálidas. Se espera que a partir del martes, el ciclón gire hacia el norte y llegue a las cercanías de Okinawa el miércoles, intensificando las condiciones meteorológicas en la región. Para el miércoles, el tifón estará en una categoría de gran intensidad, lo que significa vientos sostenidos a velocidades extremadamente peligrosas y el aumento del radio de afectación en áreas circundantes.
Las proyecciones del modelo meteorológico GSM de la Agencia Meteorológica de Japón muestran que Okinawa y Amami sufrirán un incremento en lluvias y vientos a partir del miércoles 30 de octubre, con la posibilidad de que la situación empeore el jueves. Los residentes de estas islas podrían experimentar lluvias torrenciales, marejadas ciclónicas y vientos devastadores, que dificultarán la navegación y el tránsito en general. Se aconseja a la población seguir las recomendaciones de evacuación y tomar las medidas de precaución necesarias.
Aunque la trayectoria exacta aún no ha sido confirmada, simulacros internacionales sugieren que el tifón podría desplazarse hacia el norte y afectar la región de Kyushu, en el sur de Japón, e incluso el área de Shikoku y Honshu, durante el fin de semana. Además, el choque del tifón con un frente cálido y húmedo provocará un aumento de las precipitaciones en el oeste y centro de Japón. Esto podría incrementar el riesgo de deslizamientos y de crecidas de ríos, sobre todo en las áreas montañosas y cercanas a los ríos.
Las autoridades y los servicios de emergencia japoneses han instado a la población a monitorear las actualizaciones oficiales del tifón, ya que su comportamiento y trayectoria aún pueden sufrir cambios. La recomendación es seguir los comunicados y realizar las preparaciones necesarias para asegurar la seguridad de las familias y propiedades. (RI/AG/IP/)