El nuevo gabinete del primer ministro japonés Shigeru Ishiba ha sido conformado este 1 de octubre, con una media de edad de 63 años, similar a la del anterior gobierno de Fumio Kishida. Aunque 13 de los 19 ministros son nuevos en el cargo, solo dos son mujeres, un dato que ha generado cierta controversia por la baja representación femenina.
Entre los nuevos ministros destacan Takamaro Fukuoka como ministro de Salud, Trabajo y Bienestar, y Yoji Muto como ministro de Economía, Comercio e Industria. Ambos pertenecen al grupo de los denominados «espera para el gabinete», aquellos legisladores que han sido elegidos en al menos cinco ocasiones en la Cámara Baja o tres en la Alta, pero que no habían ocupado cargos ministeriales anteriormente.
El puesto de secretario jefe del gabinete seguirá en manos de Yoshimasa Hayashi, mientras que Takeshi Iwaya, exministro de Defensa, será el nuevo ministro de Asuntos Exteriores. En cuanto a la cartera de Defensa, será dirigida nuevamente por Gen Nakatani.
La baja representación femenina ha sido uno de los aspectos más criticados del nuevo gabinete. Solo dos mujeres, Toshiko Abe como ministra de Educación y Junko Mihara como ministra para las Políticas de la Infancia, han sido incluidas, reduciendo la cifra respecto al gabinete anterior de Kishida, que contaba con cinco ministras.
Otro dato relevante es que ocho de los ministros provienen de familias políticas, conocidos como «herederos políticos». Este grupo incluye a Yasuhiro Ozato, nuevo ministro de Agricultura, y Ryosei Akazawa, ministro de Política Económica y Fiscal.
Uno de los aspectos más destacados de este nuevo gobierno es la reducción del peso de las facciones políticas. Ishiba, quien no pertenece a ninguna facción, ha elegido a 10 ministros sin afiliación, lo que representa una mayoría en el gabinete y un incremento respecto a los tres miembros independientes del anterior gobierno.
En cuanto a la distribución de edades, 11 ministros se encuentran en la franja de los 60 años, cinco en los 50 y tres superan los 70 años. No hay miembros menores de 50 años en el gabinete.
Finalmente, Ishiba ha optado por no incluir a legisladores que hayan estado involucrados en escándalos de financiación política o con vínculos con la controvertida Iglesia de la Unificación, cuyos nexos con algunos políticos han generado importantes críticas en el pasado. (RI/AG/IP/)
