La moneda japonesa experimentó esta tarde una rápida apreciación en el mercado de divisas de Tokio llegando a situarse en la franja superior de los 142 yenes por dólar. La repentina subida ocurrió tras la elección de Shigeru Ishiba como nuevo líder del Partido Liberal Democrático (PLD), desafiando las expectativas del mercado que anticipaban la victoria de Sanae Takaichi, quien había pedido una pausa en las subidas de tipos de interés por parte del Banco de Japón (BoJ).
En los días previos, el yen se había depreciado ante el dólar, alcanzando los 146 yenes por dólar, impulsado por las expectativas de una política monetaria más relajada en caso de una victoria de Takaichi. Sin embargo, el triunfo de Ishiba generó una rápida corrección, con una fuerte compra de yenes y venta de dólares. La postura de Ishiba, que ha expresado su preocupación por los efectos de la depreciación del yen en la inflación, fue vista por los inversores como un indicio de que el BoJ podría mantener su camino hacia la normalización de la política monetaria.
El impacto en los mercados fue notable. El índice Nikkei, que ya venía mostrando signos de inestabilidad, cayó drásticamente durante las operaciones nocturnas en la Bolsa de Osaka, perdiendo más de 2.000 puntos en los contratos de futuros para diciembre, situándose en torno a los 37.700 yenes. La subida del yen afectó principalmente a las empresas exportadoras, cuyos márgenes de beneficio se ven presionados por un yen más fuerte.
En el mercado de bonos, los rendimientos de los bonos a largo plazo también se vieron afectados. El rendimiento de los bonos soberanos a 10 años, que sirven como referencia para los tipos a largo plazo, subió a un 0,855%, desde el 0,805% anterior al anuncio de Ishiba. Del mismo modo, los bonos a 2 años, más sensibles a los cambios en la política monetaria, vieron un incremento en su rendimiento del 0,315% al 0,37%. (RI/International Press)