El tifón número 11, que azotó varios países del sudeste asiático, ha causado un desastre de enormes proporciones en Myanmar, donde las inundaciones y deslizamientos de tierra han dejado más de 160 muertos y un número indeterminado de desaparecidos, según informan diversas fuentes. Las cifras de víctimas podrían aumentar en los próximos días, ya que las operaciones de rescate se ven obstaculizadas por la dificultad de acceder a algunas zonas afectadas.
Según el medio estadounidense Radio Free Asia (RFA), citando a residentes locales, al menos 160 personas han perdido la vida en todo el país. Las áreas más afectadas incluyen el estado de Shan, en el noreste, y la región central de Mandalay, donde los desastres naturales han causado una destrucción considerable.
El ejército birmano, que gobierna Myanmar desde el golpe de Estado de 2021, confirmó que más de 235.000 personas han sido desplazadas por las inundaciones y los deslizamientos de tierra. Las autoridades militares han contabilizado hasta el momento 74 fallecidos y 89 desaparecidos, aunque reconocen que hay áreas con las que no han podido establecer comunicación, lo que podría agravar aún más el balance final de víctimas.
Además, se han reportado desastres específicos, como el deslizamiento de tierras en una mina de oro, que ha dejado a decenas de mineros desaparecidos. Los equipos de rescate están trabajando para localizar a los trabajadores, pero las esperanzas de encontrar sobrevivientes se desvanecen rápidamente debido a las condiciones peligrosas.
Myanmar no es el único país afectado por el devastador paso del tifón. En Vietnam, las lluvias torrenciales y los deslizamientos de tierra han provocado una tragedia similar. Hasta el 13 de septiembre, las autoridades vietnamitas han confirmado la muerte de 254 personas en todo el país, la mayoría en el norte, y la desaparición de 82 personas. Las labores de rescate y recuperación continúan en Vietnam, donde el desastre ha dejado comunidades enteras aisladas y la infraestructura severamente dañada. (RI/AG/IP/)
