El ex presidente Alberto Fujimori falleció hoy, a los 86 años, tras una larga lucha contra el cáncer y diversas afecciones derivadas de su avanzada edad. La noticia fue confirmada por su hija, Keiko Fujimori, quien publicó un mensaje emotivo en sus redes sociales: “Después de una larga batalla contra el cáncer, nuestro padre, Alberto Fujimori acaba de partir al encuentro del Señor. Pedimos a quienes lo apreciaron nos acompañen con una oración por el eterno descanso de su alma. ¡Gracias por tanto, papá!”. Este mensaje también fue firmado por sus hermanos Hiro, Sachie y Kenji Fujimori.
Más temprano ese día, se informó sobre el agravamiento en su estado de salud, lo que provocó la movilización de familiares, amigos y representantes de Fuerza Popular hacia la vivienda de Keiko Fujimori, en San Borja, donde Alberto Fujimori se encontraba bajo cuidado. El deterioro de su salud fue evidente en las últimas horas, y horas antes de su deceso se vio la salida de un sacerdote de la residencia, lo que generó preocupación sobre su situación.
Después de una larga batalla contra el cáncer, nuestro padre, Alberto Fujimori acaba de partir al encuentro del Señor. Pedimos a quienes lo apreciaron nos acompañen con una oración por el eterno descanso de su alma.
Gracias por tanto papá!
Keiko, Hiro, Sachie y Kenji Fujimori.— Keiko Fujimori (@KeikoFujimori) September 11, 2024
Miguel Torres, vocero de Fuerza Popular, había declarado poco antes sobre la delicada condición de Fujimori: “Está delicado. Está pasando por un momento difícil, pero estamos seguros que lo va a poder superar. Oremos por él”, dijo a los medios tras visitar la casa de Keiko Fujimori.
Alberto Fujimori padecía, además de cáncer a la lengua, de hipertensión crónica, gastritis, lumbalgia crónica, artrosis lumbar y, recientemente, sufrió una fractura de cadera. Estos padecimientos se agravaron debido a su avanzada edad, y en los últimos días había sido visto ingresando a una clínica en el distrito de Miraflores, acompañado de su hija, para realizarse exámenes médicos. En esa ocasión, Fujimori explicó que se trataba de una tomografía para evaluar la evolución de su cáncer.
La noticia de su fallecimiento marca el final de una etapa para el Fujimorismo, movimiento político que él lideró durante décadas. Aunque en sus últimas declaraciones había dejado en duda su posible participación en las elecciones de 2026, su estado de salud ya proyectaba un panorama incierto respecto a su futuro político. En su última aparición pública, fue preguntado sobre su candidatura, a lo que respondió con un enigmático “vamos a ver”, dejando abierta la posibilidad hasta sus últimos días.
El legado de Fujimori, tanto político como personal, seguirá siendo un tema de debate en Perú, un país que vivió de cerca tanto sus logros como sus controversias. Sin embargo, su partida deja un vacío significativo para aquellos que lo seguían con devoción. (RI/International Press)