Los líderes de Japón y Corea del Sur reafirmaron su compromiso de fortalecer la cooperación bilateral en un encuentro que marcó el cierre de una etapa de acercamiento impulsada por la relación personal entre el primer ministro japonés, Fumio Kishida, y el presidente surcoreano, Yoon Suk Yeol. La cumbre, celebrada en Seúl, fue descrita como un esfuerzo por afianzar los avances logrados en áreas como la seguridad y los procedimientos migratorios.
Kishida, quien dejará el cargo de primer ministro a principios de octubre tras la elección de un nuevo líder del Partido Liberal Democrático, destacó que los últimos dos años han sido clave para abrir «un nuevo capítulo en las relaciones entre Japón y Corea del Sur». En sintonía con estas declaraciones, Yoon subrayó la importancia de mantener el «impulso positivo» en la cooperación bilateral, especialmente de cara a la celebración del 60º aniversario de los lazos diplomáticos en 2025.
Durante el encuentro, ambos mandatarios acordaron profundizar en la colaboración en temas clave, como la evacuación de ciudadanos en emergencias internacionales y la simplificación de los trámites migratorios. Además, reafirmaron su voluntad de continuar trabajando juntos, junto con Estados Unidos, en cuestiones de seguridad relacionadas con Corea del Norte y Rusia.
Esta cumbre fue la segunda visita de Kishida a Corea del Sur durante su mandato, tras haber roto una sequía de 12 años sin reuniones bilaterales en suelo surcoreano el año pasado. La visita se produce poco después de que Kishida anunciara su retiro como primer ministro, pero aseguró que la importancia de las relaciones Japón-Corea del Sur «permanecerá inmutable en el futuro».
AVANCES Y TENSIONES HISTÓRICAS
La relación entre Japón y Corea del Sur ha sido históricamente complicada, marcada por el colonialismo japonés en la península coreana entre 1910 y 1945. Sin embargo, la llegada de Yoon al poder en 2022, con una política «orientada al futuro», propició un reseteo de las relaciones. Yoon propuso un fondo financiado por empresas privadas para compensar a los surcoreanos que fueron obligados a trabajar para empresas japonesas durante la Segunda Guerra Mundial, lo que permitió reducir las tensiones y avanzar en el comercio y la seguridad.
El esfuerzo de ambos países por mejorar sus relaciones también ha sido impulsado por la presión de Estados Unidos, que valora la cooperación entre estos dos aliados clave en su estrategia de seguridad global. Durante una cumbre en Washington en agosto del año pasado, Kishida, Yoon y el presidente estadounidense, Joe Biden, acordaron compartir en tiempo real datos de advertencias de misiles, en respuesta a la amenaza de Corea del Norte.
RECONOCIMIENTO INTERNACIONAL
El esfuerzo conjunto de Kishida y Yoon para sanar las relaciones entre Japón y Corea del Sur ha sido reconocido a nivel internacional. En 2023, ambos mandatarios fueron galardonados con el premio Profiles in Courage por la Biblioteca Presidencial John F. Kennedy, en reconocimiento a su valentía al abordar cuestiones históricas controvertidas y resistir la oposición interna.
Aunque Kishida dejará el cargo, los analistas creen que la cooperación entre Tokio y Seúl no dependerá exclusivamente de su liderazgo. Según Rob York, del Pacific Forum, el actual gobierno surcoreano ha centrado su agenda en fortalecer su prestigio diplomático dentro del orden liderado por Estados Unidos, por lo que es probable que el acercamiento entre Japón y Corea del Sur continúe. (RI/AG/IP)