A pesar de estar alejado de Tokio, el Tifón Nº10 ha generado una situación de alerta máxima en varias regiones, desde Kyushu hasta Kanto donde se ha emitido una advertencia de lluvias torrenciales. Según la meteoróloga Sayaka Ichimura, el panorama se vuelve cada vez más preocupante, con precipitaciones récord que amenazan con causar desastres en múltiples áreas.
«Lo más alarmante es la cantidad de lluvia que hemos visto en los últimos tres días», explicó Ichimura en Nippon TV. En la región del Pacífico, especialmente en Kyushu, las lluvias han sido especialmente intensas.
En la localidad de Kamigo, en la prefectura de Miyazaki, se registraron 827,5 milímetros de lluvia, estableciendo un nuevo récord para el mes de agosto. Lo sorprendente es que más de 600 milímetros de esa cantidad cayeron en solo un día.
Otras áreas, como Ebino Kogen y Saiki, en la prefectura de Oita, también han superado récords históricos con 846 y 607 milímetros respectivamente.
La persistencia del tifón, que se mueve a una velocidad lenta, sugiere que en las zonas ya afectadas las lluvias continuarán intensificándose, lo que aumenta el riesgo de desastres.
LAS LLUVIAS NO CESARÁN
Según Ichimura, se prevé la formación de bandas de lluvias intensas, conocidas como «cinturones de lluvia lineal», en el norte de Kyushu, Shikoku y Tokai para hoy. «Esto podría elevar significativamente el peligro de deslizamientos de tierra, por lo que se requiere una vigilancia extrema», advirtió.
Las previsiones indican que amplias áreas, desde Kyushu hasta Kanto, podrían recibir más de 200 milímetros de lluvia en las próximas horas, con las zonas más afectadas, como Shikoku, acumulando hasta 400 milímetros antes de la tarde de hoy viernes.
Otras áreas, como Tokai y el norte de Kyushu, podrían recibir hasta 300 milímetros, mientras que en Kanto-Koshin se espera alrededor de 250 milímetros.
MENOS FUERZA, PERO HACE DAÑO
El Tifón Nº10 avanza lentamente sobre Kumamoto a una velocidad equivalente a la de «una persona corriendo a ritmo de trote», según la actualización de las 23:00 horas de ayer.
Aunque su fuerza ha disminuido y no se espera que conserve un radio de vientos huracanados para hoy viernes, la amenaza de fuertes lluvias y vientos sigue siendo significativa.
Además, Ichimura subrayó la posibilidad de que el tifón se detenga sobre las regiones de Shikoku y Kansai entre el 31 de agosto y el 1 de septiembre, lo que complicaría aún más los pronósticos.
«El tifón es errático y su trayectoria exacta sigue siendo incierta», concluyó, advirtiendo sobre un posible desplazamiento inesperado del centro de la tormenta. (RI/AG/IP/)
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