Los padres de Takeshige Hatta, un hombre de 50 años que falleció en el Hospital Psiquiátrico Akashi Tsuchiyama en Hyogo, han presentado una demanda ante el Tribunal del Distrito de Kobe contra el centro, solicitando una compensación de 57 millones de yenes. La familia sostiene que la muerte de su hijo fue consecuencia de un aislamiento prolongado y la negligencia del hospital.
Takeshige, diagnosticado con esquizofrenia, fue ingresado bajo protección médica en mayo de 2019. Un mes después, fue confinado en una sala de aislamiento donde permaneció hasta su fallecimiento el 14 de abril de 2021. Según los registros del hospital, fue encontrado inconsciente en su habitación, donde finalmente fue declarado muerto. La causa del fallecimiento fue asfixia aguda debido a la obstrucción de las vías respiratorias con una gran cantidad de pan.
Los familiares argumentan que los casi dos años de aislamiento no cumplían con los requisitos legales de atención y protección necesarios. Afirman que la terapia farmacológica debilitó la capacidad de Takeshige para tragar, lo que incrementó el riesgo de asfixia, y que el hospital actuó negligentemente al proporcionarle pan, un alimento peligroso en su condición.
Desde septiembre de 2019, tres meses después del inicio del aislamiento, Takeshige permaneció prácticamente recluido en ese cuarto durante todo el día durante un año y medio. Tanto él como sus padres pidieron en repetidas ocasiones que se le permitiera salir, pero sus solicitudes fueron ignoradas.
El hospital justificó la prolongación del aislamiento alegando que Takeshige mostraba un comportamiento inestable, intentaba salir del hospital y golpeaba las puertas, lo que, según ellos, requería mantenerlo aislado para su propia seguridad y la de los demás.
Los padres acudieron a la oficina de salud pública de Kasai para buscar ayuda. Con la intervención de funcionarios de la ciudad y del centro de salud pública, se programó una visita al hospital para evaluar la situación. Sin embargo, Takeshige falleció poco antes de que esta visita pudiera realizarse.
La habitación donde estuvo aislado era una pequeña sala cerrada con llave, que contaba únicamente con una cama y un inodoro. Las comidas le eran entregadas a través de una pequeña ventana en la puerta y no se le permitía tener objetos personales, ni tampoco tenía acceso a una televisión. Según la familia, la habitación se asemejaba a una celda, lo que agravaba el sufrimiento del hombre, quien constantemente pedía ser liberado y regresar a casa.
El padre de Takeshige, Takeshi Hatta, exdirector de la Federación de Asociaciones de Familias para el Bienestar Mental de la Prefectura de Hyogo, expresó su frustración durante una conferencia de prensa realizada el pasado lunes 26, tras presentar la demanda, afirmando que confiaba en que su hijo recibiría un tratamiento adecuado. Lamentó profundamente la muerte de su hijo y pidió que no se repita una tragedia similar.
La madre, Michiko Hatta, también habló en la conferencia de prensa, recordando el doloroso momento en que llegó al hospital tras ser informada de la muerte de su hijo. Según relató, Takeshige se asfixió con el pan que le fue dado en el desayuno. Aunque la hora estimada de su muerte fue a las 07.25 horas, su cuerpo no fue descubierto hasta alrededor de las 10.00 horas.
Ni el personal que retiró la bandeja de comida ni el personal de enfermería que hacía las rondas se percataron de su estado. La madre expresó su convicción de que la muerte de su hijo podría haberse evitado con una atención más adecuada. El Hospital Akashi Tsuchiyama se negó a hacer declaraciones sobre el caso. (International Press)
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