Fracasan las medidas para aliviar la congestión en la autopista Tokyo Bay Aqua Line

La vía Aqua-Line es un túnel submarino que une Kanagawa y Chiba. (Foto Attsu/Google)

Hace un año, en julio de 2023, la prefectura de Chiba implementó la primera prueba de precios dinámicos en la autopista Tokyo Bay Aqua Line, con el objetivo de reducir la congestión en la vía de 15 kilómetros. Es decir, aumentaron la tarifa para reducir el tráfico de coches.

Sin embargo, tras analizar los efectos de esta medida, las autoridades han concluido que, aunque se ha logrado mitigar ligeramente el tráfico, no se ha logrado el impacto esperado. La prefectura está reconsiderando nuevas estrategias antes de la finalización del periodo de prueba en marzo de 2025.


Aqua-Line consiste en un túnel submarino que pasa por debajo de la bahía de Tokio y un puente, que une la ciudad de Kawasaki, en la prefectura de Kanagawa con Kisarazu, en la prefectura de Chiba.

El mayor problema de congestión en la Aqua Line se presenta en dirección a Tokio los fines de semana y festivos entre la 13:00 y las 20:00 horas. Mientras que el cruce de la bahía de Tokio debería tomar sólo 17 minutos en condiciones normales, en esos días de mayor tráfico, el tiempo puede extenderse hasta una hora.

Para contrarrestar esto, desde julio de 2023 se introdujo un sistema de tarifas variables que elevó el coste de los peajes de los 800 yenes habituales a 1.200 yenes en las horas pico, y lo redujo a 600 yenes en horas de menor tráfico, desde las 20:00 horas hasta medianoche.


Inicialmente, el tiempo máximo de congestión disminuyó a 38 minutos tras la subida de tarifas, pero en los últimos meses la cifra ha vuelto a situarse en torno a los 50 minutos.

Además, otro de los objetivos, que buscaba incentivar a los conductores a permanecer más tiempo en la región de Chiba, tampoco ha mostrado resultados significativos.

Si bien las autoridades aún no han decidido cómo proceder después de abril de 2025, parece poco probable que se vuelva al sistema de tarifa única de 800 yenes. Sin embargo, un incremento adicional en los precios podría tener un efecto negativo en el turismo de Chiba.


A largo plazo, se prevé que la apertura completa de la Autopista de Enlace del Área Metropolitana (Ken-O Expressway) y su conexión con el aeropuerto de Narita intensifiquen aún más el tráfico, lo que plantea nuevos retos para las autoridades locales y el Ministerio de Transporte, que deben enfrentar una compleja fórmula para establecer tarifas efectivas. (RI/NI/IP/)

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