El Hospital Municipal de Ako, en la prefectura de Hyogo, se encuentra en el centro de un escándalo médico tras la revelación de ocho incidentes quirúrgicos consecutivos en un período de seis meses, todos relacionados con un médico de la unidad de neurocirugía.
Este médico, un hombre de unos 40 años proveniente de Osaka, ha sido investigado por la policía de Hyogo por sospechas de negligencia profesional que causó lesiones. Hoy lunes fue oficialmente remitido a la fiscalía.
Los problemas comenzaron a emerger en septiembre de 2019, cuando el médico llevó a cabo una serie de operaciones que resultaron en graves complicaciones. A pesar de que el médico informó al hospital sobre el sexto incidente en enero de 2020, la institución tardó en tomar medidas decisivas. No fue hasta marzo que se le prohibió verbalmente realizar cirugías, aunque continuó con al menos una operación más y varios procedimientos de cateterismo.
El hospital informó a las autoridades sanitarias de Ako sobre la serie de incidentes en diciembre de 2021. Sin embargo, la «Comisión de Investigación de Accidentes Médicos» del hospital no se estableció hasta febrero de 2022, casi dos años después de que los problemas comenzaron a acumularse.
El médico fue remitido a la fiscalía por un incidente específico en enero de 2020, cuando realizó una operación en la columna lumbar de una paciente de 70 años que sufría de dolor de espalda. Durante la cirugía, no logró detener adecuadamente el sangrado, lo que resultó en daños a la duramadre, la capa más externa de las meninges que protege la médula espinal, y a los nervios expuestos. La paciente sufrió parálisis en ambas piernas y graves problemas de control de esfínteres, quedando con discapacidades permanentes. En agosto de 2021, el médico presentó su renuncia al hospital.
TAMBIÉN ACUSAN AL JEFE DEL CIRUJANO
Hoy, la policía también remitió a la fiscalía al jefe inmediato del acusado, un médico de unos 50 años, por no supervisar adecuadamente las operaciones. Este superior había fallado en cumplir con sus obligaciones de supervisión, lo que contribuyó a los errores médicos.
En mayo, otra investigación reveló que el mismo médico y su superior habían causado daños a la médula espinal de otra paciente durante una cirugía en el cuello. Esta paciente, de 74 años, sufría de una rara enfermedad que calcifica los ligamentos espinales. Ambos médicos fueron nuevamente remitidos a la fiscalía por negligencia.
La situación ha revelado serias fallas en la respuesta del hospital a los incidentes médicos. A pesar de las repetidas complicaciones quirúrgicas, la administración del hospital no actuó con la prontitud necesaria, lo que retrasó la investigación y la implementación de medidas preventivas durante dos años.
El médico en cuestión fue contratado en julio de 2019 y, entre septiembre y febrero de 2020, estuvo involucrado en al menos ocho operaciones. Dos pacientes fallecieron y seis quedaron con discapacidades como resultado de estas cirugías. Según una revisión externa, todos estos casos fueron clasificados como incidentes médicos, y la cirugía lumbar de la paciente de 70 años fue específicamente calificada como un error médico.
El protocolo interno del hospital estipula que cualquier incidente médico grave debe ser reportado al director y a la oficina de seguridad médica, con un informe escrito dentro de las 24 horas. En casos de muerte o discapacidad grave, se debe formar una comisión de investigación para determinar la causa y desarrollar medidas preventivas.
La lentitud en la reacción del Hospital Municipal de Ako ante estos incidentes no solo puso en riesgo la vida de los pacientes, sino que también permitió que se mantuvieron prácticas negligentes. (RI/AG/)
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