En su país, en África, están prohibidos los actos sexuales entre personas del mismo sexo.
Cuando su familia descubrió que era gay, su padre y su hermano menor lo encerraron en su casa y lo golpearon.
Buscó ayuda en la policía, pero esta amenazó con arrestarlo, revela la NHK.
Huyó de su tierra natal y llegó a Japón en 2019.
El africano solicitó al gobierno japonés que lo reconociera como refugiado, alegando que en su país sería perseguido por su homosexualidad.
Su solicitud fue rechazada.
El hombre en la treintena decidió acudir al Tribunal de Distrito de Osaka para revertir la decisión gubernamental.
El jueves el tribunal falló a favor del africano, informa Mainichi Shimbun.
El veredicto anula la negativa del gobierno a concederle asilo.
El tribunal dijo que si el hombre es deportado existe el riesgo de que su propia familia le haga daño (como lo hizo en el pasado) y que es difícil que obtenga protección del Estado puesto que en su país se castigan las relaciones homosexuales, detalla la NHK.
Tras conocerse el fallo, el africano dijo estar muy feliz y se mostró agradecido.
El hombre espera quedarse en Japón y trabajar como cualquier otra persona. (International Press)