Muchos extranjeros en Japón se quejan de que la policía los intercepta en la calle para interrogarlos como si fueran delincuentes (o sospechosos) solo por su apariencia física.
Los extranjeron no son los únicos que sufren los abusos de la policía.
La revista Spa publica un artículo -que reproduce Japan Today- con testimonios de personas que denuncian los excesos de la policía.
Un hombre de 39 años relata que una tarde iba en bicicleta cuando de pronto dos policías lo detuvieron para interrogarlo.
Los agentes revisaron su mochila y sacaron una botella de agua. Inexplicablemente, uno de ellos gritó “¡un arma!” (¿cómo alguien puede confundir una botella con un arma?).
El hombre, estupefecto, se quedó en blanco, no sabía qué decir. Entonces intervino el otro policía: “No, está bien”.
Allí terminó todo, pero el hombre se quedó pensando qué habría ocurrido si el agente que “vio” el arma hubiera estado solo.
El segundo testimonio.
Una funcionaria de 41 años estaba conduciendo un coche cuando un policía la paró para acusarla de que no tenía abrochado su cinturón de seguridad.
La mujer respondió: “Sí está abrochado”. “No mientas ahora”, replicó el agente.
Así estuvieron durante 20 minutos hasta que apareció un segundo policía para aquietar las aguas.
El tercer testimonio.
Era de noche y una mujer de 32 años que caminaba en una calle se dio cuenta de que un hombre la seguía y se metió a un puesto policial para pedir ayuda.
Un policía la escuchó con frialdad. “Bueno, usando una minifalda como esa…”, dijo el hombre, que la sermoneó durante 30 minutos.
“Estás sola, no tienes novio, ¿verdad? ¿Es por eso que caminas sola por la noche?”, le dijo.
No son actos aislados. Un expolicía de la prefectura de Kanagawa tiene un programa en YouTube en el que se refiere al abuso policial.
Identificado con el seudónimo de Yosshii Bucho, dice que dejó la policía cansado del hostigamiento policial contra personas inocentes.
Hay incentivos para ello. Los agentes tienen cuotas que cumplir: tal número de arrestos, de sospechosos interrogados, de citaciones emitidas.
También existe un programa que otorga puntos según los delitos cometidos: robo, X puntos; posesión de armas, Y puntos; violencia (incluida la resistencia al arresto), Z puntos.
Los agentes que no cumplen son amonestados e, incluso, no reciben promociones ni bonificaciones.
Es tan absurdo todo, según el youtuber, que debido a que se dan tan pocos puntos por detener a conductores ebrios, un policía que huele alcohol en el aliento de un automovilista puede dejarlo pasar. (International Press)
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