Un brazo roto y una fuerte hemorragia fueron las secuelas que dejó en una mujer el ataque de un tapir malayo en un zoológico en la ciudad de Tomioka, prefectura de Gunma.
El animal mide alrededor de dos metros de largo y pesa 400 kilos.
La víctima, una joven trabajadora de Gunma Safari Park, lo estaba cepillando cuando de repente le mordió varias veces el brazo derecho.
La mujer estaba sola y no hubo otras personas heridas.
El incidente ocurrió el lunes a las 12:30 p. m., detalla el sitio News On Japan.
La trabajadora fue transportada en un helicóptero médico a un hospital en la ciudad de Maebashi.
Pese a la gravedad de las heridas, la cuidadora estaba consciente.
Wakaba, una hembra adulta de 13 años, había dado a luz en abril. Ella, su pareja y su cría son exhibidas al aire libre.
Gunma Safari Park no permitirá que sus trabajadores entren en contacto con los tapires. Además, suspenderá las exhibiciones de estos animales. (International Press)