La pandemia parece una pesadilla superada, pero lo cierto es que el COVID-19 sigue matando gente.
Entre mayo y noviembre de 2023 causó la muerte de 16.043 personas, según datos del gobierno de Japón que publica Kyodo.
A pesar de que el COVID-19 fue degradado a la categoría de enfermedad infecciosa común en mayo de 2023, facilitando la normalización de la actividades sociales y económicas, expertos médicos advierten de que la gente debe tener conciencia de que el virus continúa matando.
Por ello, el gobierno debe informar de manera puntual sobre la proporción de casos graves y las tasas de mortalidad, entre otros indicadores relacionados con el virus, según Kiyosu Taniguchi, director del Hospital Nacional de Mie.
Los expertos temen que la decisión del gobierno de cancelar en abril los subsidios para los gastos médicos de las personas infectadas disuada a la gente de ir a los hospitales.
Incluso sin matar, el virus sigue causando grandes problemas. El año pasado el sistema médico de la prefectura de Okinawa fue desbordado por el virus y tenía dificultades para suministrar ambulancias.
Las vacunas se están centrando en los ancianos y otros grupos vulnerables al desarrollo de síntomas graves
Como medida de prevención ante futuros brotes, el gobierno nacional ha llegado a acuerdos con gobiernos locales e instituciones médicas con el fin de asegurar 51.000 camas para pacientes infectados. (International Press)
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