En mayo de 2022, Shingo Takashima, un médico de 26 años, se suicidó. Trabajaba en el Centro Médico Konan y tenía depresión.
Su familia se ha embarcado en una batalla legal contra el hospital, al que exige una compensación por daños y perjuicios de 234 millones de yenes (1,5 millones de dólares).
Los deudos sostiene que el exceso de trabajo provocó su suicidio, informa NHK.
De acuerdo con la demanda presentada en el Tribunal de Distrito de Osaka, en el mes anterior a su muerte trabajó 236 horas extra.
La familia sostiene que el hospital ignoró la advertencia -antes de la muerte- por parte de una oficina local de inspección de normas laborales sobre el exceso de trabajo del médico.
Además, sus colegas habían demandado un mejor ambiente laboral.
El hospital no redujo la carga de trabajo de Takashima, pese a conocer que sus extensas jornadas laborales podían dañar su salud física y mental.
El Centro Médico Konan rechaza los argumentos de la familia.
Dice que la carga laboral de Takashima era normal y que no laboraba en exceso.
El joven médico trabajaba para una sociedad académica durante el tiempo que no atendía a sus pacientes.
El hospital, sin embargo, no considera esta actividad como trabajo, sino como “autoestudio”. (International Press)