Los resultados de una encuesta revelan situaciones detalladas de víctimas de violencia doméstica (VD) en Japón no tiene género. Informes de haber sido «intoxicados con laxantes en la comida» o de «hallar cucarachas muertas y ciempiés en el dormitorio o la entrada» están entre los datos destacados. Todos los encuestados eran hombres.
Los casos forma parte de la iniciativa llamada «Fortalecimiento del Sistema de Apoyo para Víctimas de VD» del año fiscal 2023 en la prefectura de Tokushima, llevada a cabo por la asociación civil «Bosque de Cisnes», que se dedica al apoyo de víctimas de violencia doméstica en esa prefectura.
Además de la violencia física, entre las respuestas se mencionaron casos de violencia verbal, como insultos y sermoneos durante largas horas por la noche, así como violencia económica, donde los ingresos son controlados o confiscados por las esposas, limitando así el estilo de vida de los hombres afectados.
Otros hombres fueron heridos con ohashi (palillos) e intimidados con cuchillo, además de ser humillados y obligados a pedir disculpas repetidas veces hasta por asuntos inexistentes. Hubo mujeres que atormentaron a sus maridos obligando a los niños a comer comida descompuesta y abusando físicamente de los hijastros.
Un hombre narró que su ex esposa borró sin su permiso todos los números de su teléfono en las primeras semanas de matrimonio. Empezó con aquellos números asociados a mujeres, incluyendo amigas de infancia, colegas y jefas de trabajo. Gradualmente empezó a eliminar los números de amigos varones.
Luego fue atacado a bofetadas porque se olvidó encender la olla arrocera y cuando regresó tarde a casa después de una fiesta fue obligado a quedarse parado en la puerta de la casa en pleno invierno. «Eres una basura», le dijo.
Más de 20 hombres expresaron sentir que sus vidas corrían peligro. La directora ejecutiva de la asociación, Tokiko Noguchi, comentó: «La violencia doméstica no discrimina por género; hombres y mujeres experimentan formas similares de abuso».
SUBEN LAS CONSULTAS POLICIALES
Según la Agencia de Policía Nacional, las denuncias por violencia doméstica contra los hombres están en aumento. En 2013, hubo 3.281 casos, pero en 2023 se registraron 26.175, un aumento de aproximadamente ocho veces en una década.
Aunque esto podría indicar un mayor reconocimiento de la violencia masculina, Noguchi señaló que estos datos son solo la punta del iceberg. «Muchas personas aún asocian a las víctimas de violencia con mujeres, lo que hace que algunos hombres se sientan inseguros de buscar ayuda», agregó.
Según la encuesta, muchos de los hombres que buscaron ayuda lo hicieron después de que amigos o colegas en el trabajo les señalaron que tenían problemas de abuso.
La verificación de los resultados de la encuesta fue realizada por el abogado especializado en VD, Takei. Según él, muchas víctimas no se dan cuenta de que los abusos verbales o psicológicos también constituyen VD, ya que la violencia física suele ser la más visible y conocida.
«NO PEDÍ AYUDA POR VERGÜENZA»
Una de las razones por las que los hombres encuentran difícil buscar ayuda es el hecho de que muchos centros de consulta gubernamentales llevan nombres como «Centro de Apoyo para Mujeres» o «Departamento de Consulta para Mujeres y Niños», lo que hace que los hombres se sientan fuera de lugar.
Uno de los encuestados confesó: «Me sentí fuera de lugar como hombre al intentar buscar ayuda», y optó por no mantener silencio. La mayoría siente vergüenza. La asociación «Bosque de Cisnes» cree que la idea de que los hombres deben ser fuertes y capaces contribuye a aislar a las víctimas masculinas.
Un hombre en sus treinta años, que fue una de las personas que buscaron ayuda en «Bosque de Cisnes», finalmente se dio cuenta de que había sido víctima de abuso.
A través de la mediación de un abogado, pudo proceder con su divorcio y ahora lleva una vida más tranquila. Sin embargo, aún sufre de «flashbacks» de la violencia sufrida por su ex esposa, lo que a veces lo deja temblando e incapaz de hablar.
En una entrevista con el periódico Mainichi, el hombre expresó: «Incluso cuando busqué ayuda, solo recibí respuestas como ‘eres un hombre, deberías poder soportarlo’. Pensé que si aguantaba, mi vida familiar sería armoniosa». (RI/AG/IP/)
