En el año fiscal 2022, 3,71 millones de visitantes extranjeros compraron artículos libres de impuestos en Japón.
De ellos, 54.000 gastaron cada uno más de un millón de yenes (6.400 dólares) y 2.200, más de 10 millones de yenes (64.000 dólares) por persona.
374 turistas compraron más de 100 millones de yenes (640.000 dólares) en productos exonerados de impuestos. Funcionarios de aduanas inspeccionaron los equipajes de 57 de ellos: solo uno tenía los artículos adquiridos.
El gobierno de Japón exigió a los 56 restantes, sospechosos de revender los productos para obtener ganancias ilegales, pagar el impuesto al consumo.
Solo uno cumplió. Los otros 55 deben un total de 1.850 millones de yenes (11,9 millones de dólares) en impuestos no pagados.
Para evitar situaciones de este tipo, el gobierno de Japón tiene previsto reforzar las restricciones con respecto al sistema que actualmente libera del pago de impuestos a los visitantes que gasten más de 5.000 yenes (32 dólares) en artículos exonerados.
Las autoridades planean implementar el nuevo sistema en el año fiscal 2025, informa Asahi Shimbun.
A partir del próximo periodo fiscal, los visitantes deberán pagar el precio total de los artículos (incluyendo el tributo) en las tiendas libres de impuestos.
Las compras se registrarán electrónicamente en sus pasaportes.
En los aeropuertos o puertos, al momento de salir de Japón, se escanearán los pasaportes de los viajeros para verificar las compras. Una vez hecho esto, se les devolverá el impuesto al consumo.
Por otro lado, las autoridades están apretándoles las clavijas a las tiendas por departamento, laxas en la aplicación de la ley, pues venden artículos exonerados de impuestos a visitantes que tienen la intención de revenderlos.
Desde el año pasado, exigen a los grandes almacenes de Tokio y Osaka que devuelvan cientos de millones de yenes en impuestos al consumo. (International Press)
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