El 18 de enero, fuentes del periódico independiente ruso, Novaya Gazeta, informaron que se encontraron múltiples hematomas en el cuerpo de Alexéi Navalny, líder de la oposición rusa fallecido en prisión, según un trabajador de la atención médica de emergencia en la región autónoma de Yamalo-Nenets en el extremo norte..
Se ha dado testimonio de que la muerte ocurrió antes de la hora anunciada por las autoridades, profundizando así las sospechas en torno a la causa de su fallecimiento.
El cadáver ha sido trasladado desde la prisión y está siendo custodiado en un hospital en la ciudad central de Salekhard. La madre de Navalny, Ludmila, quien visitó el lugar, solo recibió un aviso de fallecimiento y no se le ha entregado el cuerpo.
Según el personal médico de emergencia, uno de los hematomas estaba en el pecho. Se afirma que apareció durante la reanimación, respaldando así el anuncio oficial de que se intentaron maniobras de resucitación, pero se desconoce la razón exacta del paro cardíaco.
Dmitri Muratov, editor jefe de Novaya Gazeta y ganador del Premio Nobel de la Paz como defensor de la libertad de prensa en Rusia, había condenado previamente que Navalny fue sometido a torturas durante tres años en condiciones carcelarias severas.
Por otro lado, según informes del mismo medio que entrevistó a reclusos de la prisión, ocurrió un «incidente inexplicable» la noche del 15 de enero, el día antes de la fecha oficial de la muerte del activista. Se reforzó la seguridad en la prisión y se escucharon sonidos de varios vehículos entrando. Pasó la noche, pero la situación dentro de la prisión seguía siendo tensa y la noticia de la muerte de Navalny ya se había difundido para la mañana del día 16. (RI/AG/)
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