Todos los años, se lleva a cabo un ritual llamado Fukumairi en el santuario de Nishinomiya (prefectura de Hyogo), un singular evento del que emerge el hombre más afortunado del año en Japón.
La práctica se remonta al siglo XIV.
La edición de este año comenzó el miércoles a las 6 de la mañana al grito de “¡Abran las puertas!” y un sonido de tambor, detalla el sitio News On Japan.
Una gran cantidad de participantes, alrededor de 1.300 hombres de todo el país, recorrieron un sendero de 230 metros en el interior del santuario, conocido por Ebisu, el dios de la prosperidad empresarial.
Antes, un sorteo había designado sus posiciones de salida.
La carrera tuvo un giro dramático casi al final, cuando uno de los hombres que la lideraba resbaló y cayó en la última cuesta.
El ganador fue un estudiante universitario de 19 años, Nozomi Takaya, residente en Hyogo y miembro de un equipo de atletismo.
“Esta es la primera vez que me uno a la carrera del hombre con suerte, así que supongo que tuve suerte”, dijo tras su victoria.
¿Con quién quieres compartir tu suerte?, le preguntaron. “Me alegraría si pudiera animar a los afectados por el terremoto”, respondió. (International Press)
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