La nonagenaria que fue rescatada el sábado de una casa derrumbada en la ciudad de Suzu, prefectura de Ishikawa, cinco días después del terremoto del 1 de enero, se ha recuperado lo suficiente como para mantener conversaciones, revela la NHK.
Un médico que la atendió dijo que sufrió heridas en las piernas.
La mujer de 93 años estaba atrapada entre los escombros de una casa de dos pisos. Varios objetos, entre ellos muebles, aprisionaban sus rodillas.
Un miembro del equipo de rescate, Takanori Kume, declaró a la emisora pública japonesa que tuvieron que trabajar con mucho cuidado (casi no había espacio entre el primer y el segundo piso), razón por la cual les llevó varias horas sacar a la anciana.
Su caso fue casi milagroso, pues las posibilidades de supervivencia tras un desastre disminuyen considerablemente después de los primeros 3 días.
Mototaka Inaba, médico de la organización sin fines de lucro Peace Winds Japan involucrado en las operaciones de rescate, dijo que algunas personas han sido rescatadas incluso después de 72 horas gracias a que han podido beber agua y estar en condiciones cálidas.
En el caso de la nonagenaria, Inaba cree que habría tomado agua cuando llovió. (International Press)