Contundente. Así fue la respuesta del pueblo chileno al improductivo intento del gobierno del presidente Gabriel Boric por cambiar la Constitución de Pinochet. El rechazo a la nueva propuesta de cambio de la Constitución chilena, elaborado en una segunda vez por un sector de los denominados ‘de derecha’, debe servir de lección a Dina Boluarte y también a aquellos congresistas de izquierda de nuestro país que de cuando en cuando elevan su voz en el Parlamento nacional para pedir un referéndum para cambiar la actual Constitución peruana, vigente desde 1992.
Visto los resultados obtenidos en Chile, donde ni la izquierda (en un primer intento) ni la derecha (en una segunda vez) lograron obtener el respaldo del pueblo chileno para cambiar su Carta Magna, y más bien cayeron en un desgaste infructuoso de cuatro largos años, queda el ejemplo ciudadano que ha sabido responder a través del voto.
Ni se les ocurra a los líderes o partidos de izquierda o parlamentarios peruanos insistir acá en semejante propósito, utilizando para ello a marchantes hostiles al actual régimen.
Fue una pérdida de tiempo y de dinero para los chilenos, situación que nosotros los peruanos no podemos permitirnos. Al presidente chileno Gabriel Boric ya se le fueron casi dos años que los cumplirá el 11 de marzo próximo y su periodo de gobierno expirará en 2026. En, Perú donde los gobiernos se eligen cada cinco años, uno más que en Chile, ya perdimos un año con Pedro Castillo y Dina Boluarte, que debe completar el período de su antecesor hasta 2026, no está para más traspiés.
Estamos ajustados y a punto de ingresar a una curva roja en materia económica que nadie quiere porque sería como volver a la época de los 80’s y 90’s. Necesitamos impulsar nuestra economía para amortiguar estos tiempos difíciles que se avecinan a nivel mundial, con guerras y epidemias que desequilibran las economías débiles de nuestra región. Por tanto, tenemos que cuidar nuestras inversiones y no ‘tirar la plata’ en cambios de Constitución.
El país no está para gastos en consultas. Mas aun cuando tenemos sentados en el Congreso a representantes electos a dedo por sus partidos y agrupaciones que son en su mayoría ineptos, como para atreverse a realizar cambios en la Carta Magna peruana.
En Chile, el presidente Boric ha dicho que ya no habrá más consultas sobre la Constitución y que las urgencias de su país son otras. “El proceso constituyente estaba destinado a traer esperanza y finalmente ha generado frustración y hasta hastío en una parte relevante de la ciudadanía y eso no podemos ignorarlo”, dijo tras conocer el rechazo del cambio de Constitución por un 55,8% de la población.
Para algunos analistas el rechazo a esta segunda consulta fue porque el documento trabajado no aseguraba una mayor participación del Estado en la provisión de servicios como educación, salud y trabajo. Por el contrario, consolidaba el modelo del Estado subsidiario que existe en la actualidad. (BBC Mundo)
Las urgencias en el Perú ahora son otras y la realidad económica del país es preocupante ya casi al cierre de 2023. Nuestra mirada debe estar puesta en cómo afrontar -desde el gobierno- los fenómenos atmosféricos del “niño costero” y el “niño global”, la crisis alimentaria mundial, el tema de la seguridad en el país, cómo se va a resolver los temas de los inmigrantes, la educación y la salud.
Por ahora, no escucharemos voces en el Parlamento pidiendo cambio de Constitución. La legislatura correspondiente al 2023 se ha cerrado hasta marzo del próximo año. Y si hacemos un balance de todo lo actuado en el año podemos señalar que hemos tenido un Congreso jalado (desaprobado). Uno de los actos reprobables del Legislativo ha sido la eliminación de las elecciones Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) que permitía a los partidos elegir a sus candidatos presidenciales solo a través de sus militantes o sus delegados.
Pero, además, estos señores tuvieron el cuajo de elevar sus dietas, sus honorarios, cobrar cuatro bonos en un año, el último muy navideño que bordea la cifra de 10.000 nuevos soles. Se suma a ello el sueldo de diciembre y las famosas dietas para la “semana de representación” que la realizan una vez por mes. ¡Caramba, tremendo botín que se llevan estos congresistas!
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