El 15 de abril de 2022, poco después del inicio del año escolar, una adolescente de 17 años, estudiante de una preparatoria en la prefectura de Fukushima, se suicidó.
Tras su muerte, sus padres encontraron un mail que la chica había enviado a un servicio de consulta creado por el gobierno de la prefectura. En su mensaje decía que le resultaba difícil asistir a clases, revela Mainichi Shimbun.
¿Por qué se le hacía difícil ir a la escuela? ¿Qué la condujo al suicidio?, se preguntan sus padres.
“Queremos saber la verdad”, dijeron entre lágrimas durante una conferencia de prensa esta semana.
Tres días después de la muerte de la adolescente, el entonces director de la escuela dijo durante una asamblea escolar: “Esta estudiante vivió una vida plena”.
¿Una vida plena cuando ni siquiera había llegado a los 20 años y tenía un mundo por delante por vivir?
Los padres no podían creerlo. Atónitos, pensaron: “Ella vivió solo 17 años”.
Casi medio año después, por petición de los padres, la junta de educación de la prefectura finalmente creó un comité externo para investigar la muerte. Se espera que el viernes emita su informe.
La menor soñaba con ser enfermera cuando estudiaba en primaria después de enterarse de las dificultades que enfrentó su familia cuando se sometió a una cirugía para la extirpación de parte de su intestino antes de cumplir un año.
En secundaria, destacó la importancia de la vida en un concurso de oratoria.
En la preparatoria fue mánager de un club deportivo de su escuela.
Sin embargo, en la segunda mitad de su segundo año comenzó a faltar a clases. ¿Por qué? Hay un vacío en la historia que la investigación de la junta educativa debe cubrir. (International Press)