En 2019 un hombre en Tokio perdió a su esposa, víctima de una hemorragia subaracnoidea. La mujer tenía 51 años y en marzo de 2023 se determinó que su muerte tuvo relación con el exceso de trabajo.
El viudo, por lo tanto, tiene derecho a recibir una compensación según la ley del seguro de indemnización por accidentes laborales de Japón.
Ahora bien, la ley en estos casos trata de manera distinta a hombres y mujeres.
Una viuda tiene derecho a una pensión todos los años, independientemente de su edad en el momento de la muerte de su pareja.
Un viudo, en cambio, solo puede recibir la pensión después de cumplir 60 años.
Además, únicamente tiene derecho a la pensión anual si tenía entre 55 y 59 años cuando murió su esposa.
Si tenía menos de 55, recibe un único pago, equivalente a 1.000 días del salario medio de la esposa en el momento de su fallecimiento.
En el caso del hombre sobre el que trata esta nota publicada por Asahi Shimbun, tenía menos de 55 años cuando su cónyuge murió.
Es decir, no tiene derecho a la pensión anual, sino al pago único.
Sus abogados calculan que recibiría 17,54 millones de yenes (116.200 dólares).
Una viuda, en la misma situación, recibiría 61,60 millones de yenes (408.000 dólares), aproximadamente 3,5 veces más.
El hombre planea recurrir a la justicia para acabar con esta disparidad de género.
La norma que establece la diferencia entre un viudo y una viuda data de 1965, cuando lo habitual era que el hombre trabajara y la mujer estuviera en casa.
Volviendo al hombre de Tokio, el lunes presentó ante las autoridades laborales una solicitud para recibir la pensión de supervivencia.
Una vez que su pedido sea desestimado (porque tenía menos de 55 años cuando su esposa murió), impugnará el rechazo ante el Tribunal de Distrito de Tokio alegando que viola la igualdad ante la ley garantizada por la Constitución.
La pareja tenía tres hijos. Cuando el hombre enviudó, dos de ellos estaban en la universidad.
“Entré en pánico porque no sabía cómo seguir viviendo con los ingresos de nuestro hogar reducidos a menos de la mitad”, confiesa. Su esposa ganaba más que él, en parte porque trabajaba más horas extras.
Si bien en 2017, en una situación similar, el Tribunal Supremo de Japón falló que la disparidad de género en las pensiones de indemnización por accidentes laborales es constitucional, el caso era de 2011, cuando en el 56 % de los hogares en el país (excluyendo a los de una sola persona) ambos esposos trabajaban.
En 2022, la proporción aumentó al 70 %.
La sociedad y los tiempos han cambiado y los abogados del hombre de Tokio creen que eso favorecerá su causa. (International Press)
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