La ciudad de Ichihara, en la prefectura de Chiba, alberga la primera prisión en Japón para delincuentes jóvenes con discapacidades intelectuales o de desarrollo.
Con capacidad para 72 reclusos como máximo, el centro correccional juvenil de Ichihara persigue como objetivo ayudar a los jóvenes a reinsertarse en la sociedad tras cumplir su condena, resalta Mainichi Shimbun.
Además de tener discapacidades intelectuales o del desarrollo y ser jóvenes (25 años o menos), los internos deben haber recibido una sentencia de prisión de cinco años o menos por su primer delito.
A diferencia de las prisiones regulares, cuyas celdas están cerradas desde el exterior, las de Ichihara no tienen cerraduras; es decir, los internos pueden caminar libremente por las instalaciones del centro.
Los reclusos reciben una atención especializada de acuerdo con sus discapacidades y circunstancias particulares.
El personal está formado por especialistas en educación con estudios de psicología, trabajadores de bienestar social y consultores profesionales, entre otros.
El centro busca que los internos aprendan a trabajar en equipo y construir relaciones sociales. Para ello, practican fútbol y vóley y realizan tareas (limpiar y lavar la ropa, por ejemplo) en grupo.
“Esperamos poder ayudarlos a reinsertarse en la sociedad”, dijo el director del centro, Naoyuki Goda, durante su inauguración el mes pasado. (International Press)
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