El primer ministro de Japón, Fumio Kishida, deploró los actos de hostigamiento contra su país por parte de China tras el inicio el jueves pasado de la descarga de agua tratada de la central nuclear de Fukushima en el mar.
La compañía que gestiona la planta nuclear, Tokyo Electric Power Company, asegura haber recibido más de 6.000 llamadas telefónicas desde China entre el jueves y el domingo, informa Kyodo.
Las oficinas del gobierno de Fukushima también han recibido numerosas llamadas de China. Muchos gritan en chino y otros lanzan insultos, según la NHK.
En China, se arrojaron huevos a una escuela japonesa, piedras a otra en una provincia distinta y un ladrillo a la embajada japonesa en Pekín.
Además, ciudadanos chinos no están comprando productos japoneses y han cancelado viajes a Japón.
Kishida pidió al gobierno de China que inste a sus ciudadanos a poner fin a los actos de acoso, revela The Associated Press
El gobernante japonés defendió la liberación del agua tratada en el mar y dijo que el plan cumple con estándares internacionales de seguridad y ha sido aceptado por países como Estados Unidos y Australia.
Kishida reiteró su disposición a entablar un diálogo científico con China.
Sin embargo, dijo que el gobierno chino no ha respondido a sus solicitudes para sostener una discusión científica con expertos de ambas partes.
China ha prohibido las importaciones de todos los productos del mar japoneses. (International Press)