Entre octubre y diciembre de 2022 se registraron 31 robos de bicicletas en cuatro estacionamientos (en un centro comercial, frente a una estación de tren, etc.) en la prefectura de Aichi.
Entre enero y marzo de 2023 el número de robos se redujo a solo seis, un 80 % menos. En dos de los cuatro lugares no hubo ninguno.
¿La diferencia? Más de 1.200 etiquetas amarillas colgadas en los manillares de las bicicletas, explica Mainichi Shimbun.
En las etiquetas se pueden leer frases como “Sujeto a rastreo de robo” y “Verificación en curso de prevención de robo”.
El artífice de la idea, el policía Motohiro Nakagawa, dice que las etiquetas han sido diseñadas para que el posible ladrón piense “alguien me está mirando”, lo que funciona como elemento de disuasión.
Además, le recuerda al propietario del vehículo la importancia de que lo asegure con llave.
Alrededor del 60 % de las 8.654 bicicletas que fueron robadas en 2022 en Aichi no tenían llave.
Los buenos resultados han llamado la atención de los departamentos de policía de 16 prefecturas que se han contactado con el de Aichi en busca de información.
En 2020, Nakagawa implantó un sistema similar en un supermercado donde había robos a menudo. El policía colocó carteles que decían “ajuste de enfoque de la cámara de seguridad” para que la gente recordara o se percatara de la presencia de las cámaras.
Además, en los estantes de productos puso tarjetas donde se leía “experimento de prevención de hurto en tiendas”.
La iniciativa rindió frutos. El valor de los artículos robados durante un semestre cayó un 30 % con respecto al mismo período del año anterior. (International Press)
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