Se completó la operación de búsqueda y rescate en el edificio de departamentos que Rusia bombardeó el viernes en Uman donde 23 personas murieron, incluidos seis niños, con nueve heridos y dos mujeres desaparecidas, informó el jefe del Ministerio del Interior, Ihor Klymenko, en sus redes sociales.
En la mañana del viernes 28 de abril, Rusia asestó un nuevo golpe contra Ucrania, disparando 23 misiles de crucero desde aviones estratégicos. La defensa aérea ucraniana destruyó 21 misiles, pero otros dos impactaron en la ciudad de Uman, región de Cherkasy.
Veintidós cuerpos fueron recuperados entre los escombros y una persona más murió en el hospital. Seis niños estaban entre los fallecidos: tres niños (de año y medio, 16 y 17 años) y tres niñas (8, 11 y 14 años).
Todas las víctimas han sido identificadas. Las autoridades ucranianas abrieron una sede especial donde los familiares directos de los muertos podían enviar muestras biológicas para confirmar el ADN.
Dos mujeres han sido declaradas desaparecidas.
La explosión derrumbó toda la entrada del inmueble donde vivían 109 personas. 27 apartamentos quedaron completamente destruidos. Más de 33 autos también fueron quemados o dañados.
“Todos los servicios trabajaron de manera coordinada y eficaz. Agradezco a los rescatistas, policías, trabajadores de servicios comunales, decenas de habitantes de Uman que participaron en el revisión del edificio derrumbado. El trabajo fue muy rápido, porque todos tenían prisa. Hasta el último momento esperábamos encontrar a alguien con vida bajo los escombros”, dijo el ministro Klymenko.
ANÁLISIS DE LA INTELIGENCIA EEUU
La inteligencia estadounidense señaló que el ataque del viernes fue el primer bombardeo masivo de Rusia desde principios de marzo y con otro enfoque de aquellos que realizó en el invierno.
«Estos ataques sugieren un cambio en el enfoque de cómo Rusia usa los ataques de largo alcance. Esta ola contenía menos misiles que los ataques de invierno y es poco probable que apuntara a la infraestructura energética de Ucrania. Existe una posibilidad realista de que la Federación Rusa estuviera tratando de atacar unidades de reserva o armas que fueron transferidas recientemente a Ucrania», señalaron los analistas de inteligencia.
Agregaron que Rusia «claramente define de manera ineficiente los objetivos y pone el beneficio militar potencial por encima de los posibles efectos secundarios del ataque, como la muerte de la población civil.
Por su parte, el jefe del ministro de Relaciones Exteriores ucraniano, Dmytro Kuleba, calificó estos ataques con misiles rusos como otra prueba de la necesidad de armar al país con aviones caza F-16. (RI/AG/)
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