El Ministerio de Educación de Bolivia reconoció hoy el plagio de un anime japonés para elaborar las ilustraciones de las portadas de varios «textos de aprendizaje» que se entregaron a alumnos de la secundaria.
Se estima que se distribuyeron 1,1 millones de copias. Las ilustraciones plagiadas pertenecen a un anime basado en el manga «Orange» de Ichigo Takano.
El ministro de Educación de Bolivia, Édgar Pary, convocó a una conferencia de prensa para lamentar el caso de plagio, aunque aclaró que «las imágenes tienen su autoría firmada por una persona y es esa persona quien hizo las tapas» de los libros.
El ministro boliviano dijo que estaba considerando emprender acciones legales y disciplinarias contra los involucrados por el plagio y «dar mala imagen al país», aunque aclaró que los libros en cuestión no serán retiraron porque «no hay problema con el contenido».
Medios locales dijeron que la primera llamada de atención sobre el enorme parecido entre las portadas de los libros e imágenes del anime japonés la dio en su red social la historiadora boliviana, Sayuri Loza, quien en su cuenta en Facebook acompañó una prueba del plagio con el texto: «qué rico es plagiar».
En Internet, los internautas secundaron a Loza en la crítica, mientras que un diputado opositor manifestó que el gobierno «está enseñando a los niños a ser plagiarios».
En Twitter, el periodista Andrés Gómez, escribió: «¿Qué dice el ministro de educación de la revolución democrática y cultural?». (RI/AG/)
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