Colabo es una organización que apoya a jóvenes víctimas de abuso sexual y violencia doméstica.
Cada dos semanas, por encargo del gobierno de Tokio, envía un autobús al barrio rojo de Kabukicho, ampliamente conocido por su intensa vida nocturna y sus night clubs.
Las víctimas acuden al vehículo donde personal de Colabo las asesora y les proporciona artículos de primera necesidad, como alimentos y ropa.
El problema es que en Kabukicho hay grupos de hombres que les gritan obscenidades a las chicas que buscan ayuda y les toman fotos sin consentimiento, revela Asahi Shimbun.
Citando razones de seguridad, el gobierno de Tokio ha ordenado a Colabo que suspenda sus sesiones de apoyo en el autobús.
Colabo ha pedido ayuda al gobierno de Tokio para mantener el programa.
Sin embargo, los funcionarios de la capital japonesa dicen que no tienen autoridad para enfrentar los actos hostiles de los hombres.
¿Y la policía? Está al tanto de la situación (la nota no menciona si ha hecho algo al respecto).
La semana pasada, el Tribunal de Distrito de Tokio ordenó a unos de los hombres que se mantenga alejado del autobús.
La orden, no obstante, solo aplica para Kabukicho.
Colabo sostiene que las sesiones de apoyo en el autobús deben estar disponibles todos los días, no solo cada dos semanas, porque ayuda a hasta 50 mujeres por día.
Sin el programa, las chicas no tienen a dónde acudir en busca de ayuda. (International Press)
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