Un japonés de unos 50 años que en julio de 2019 fue detenido en la provincia de Hunan, China, por las fuerzas de seguridad nacional y acusado de violar las leyes contra el espionaje ha sido sentenciado a 12 años de prisión, según el Ministerio de Relaciones Exteriores de Japón.
El hombre fue acusado por haber realizado actividades de espionaje, aunque se desconocen los detalles de la acusación.
Desde que en 2014 entró en vigor la Ley Anti espionaje en China los extranjeros han comenzado a ser detenidos. Desde 2016, diez japoneses han sido procesados por espionaje y condenados a penas de prisión. Las sentencias de nueve personas han sido finalizadas. (AG/RI/)