Las cadenas de sushi japonesas siguen siendo golpeadas por clientes «graciosos», cuando no inescrupulosos que están afectando la imagen y confianza en la salubridad de estos locales.
Ahora, otra gigante del sector, Sushi Choshimaru, ha tenido que eliminar de las mesas y mostradores los envases compartidos de shoyu, el té verde en polvo y las bolsitas de wasabi, así como las vajillas como tazas de té y platos pequeños. El método será cambiado. Todo será servido por los empleados según la cantidad de clientes de la mesa.
La medida se adopta luego de que el pasado 4 de febrero, en la sucursal de la cadena en Yokohama Tsuzuki, en Kanagawa, se encontró una colilla de cigarrillo electrónico dentro de la caja de gari, el jengibre encurtido.
Choshimaru dijo que se procedió a lavar la caja y que reportó el caso a la comisaría de Tsuzuki. Según la compañía, ningún cliente se ha presentado denunciar la colilla en la caja de jengibre y nadie se ha quejado por problemas de salud.
«Debido a los cambios en el servicio, se espera que lleve más tiempo que nunca guiar a los clientes a sus asientos durante las horas punta, pero prestaremos mucha atención a la seguridad alimentaria», dijo la empresa. «Nuestros empleados trabajarán de todo corazón para que el cliente pueda disfrutar de su comida con tranquilidad».
El mayor escándalo fue provocado a inicios de enero de este año en un local de la cadena Sushiro por un adolescente que viralizó un vídeo que lo muestra lamiendo tazas de té y tocando con su dedo ensalivado la superficie de los sushi que iban por la cinta transportadora. El joven está siendo llevado a juicio. (RI/IP/)