Filipinas deportó hoy martes a dos de los cuatro hombres japoneses sospechosos de planear y coordinar una serie de robos y millonarios fraudes en Japón ocurridos desde el año pasado. La policía japonesa arrestó a Kiyoto Imamura y Toshiya Fujita, ambos de 38 años, mientras estaban a bordo de un vuelo hacia Narita.
La deportación de los otros dos sospechosos, Yuki Watanabe, de 38 años, y Tomonobu Kojima, de 45, fue autorizada esta mañana después de que un tribunal local desestimara denuncias penales en su contra, informó Kyodo. Ambos serán trasladados a Japón este miércoles 8 de febrero.
Los cuatro están relacionados con al menos 20 robos en 14 de las 47 prefecturas de Japón. Incluye el caso de un robo y asesinato de una mujer de 90 años ocurrido en la ciudad de Komae en Tokio el pasado 19 de enero.
Los ejecutores de los robos fueron captados en las redes sociales diciéndoles que se trataba de «trabajos de medio tiempo» bien pagados. Acto seguido recibían instrucciones a través de la aplicación Telegram para cometer los robos.
En la investigación la policía determinará cuál o quiénes de los cuatro sospechosos usaban los seudónimos «Luffy» y «Kim» para dar instrucciones desde el centro de detención de Inmigración en Filipinas a los ejecutores de los crímenes en Japón.
Las autoridades filipinas entregaron a la policía japonesa 24 artículos confiscados a los cuatro hombres, como teléfonos inteligentes y tabletas.
La policía cree que Yuki Watanabe es el líder de la red de estafadores que, según la Agencia Nacional de Policía, robó más de 6.000 millones de yenes (45,3 millones de dólares) teniendo como víctimas principales a ancianos.
Una orden de arresto pendiente contra Imamura alega que acordó con un individuo desconocido para robar ocho tarjetas bancarias de una mujer de Tokio haciéndose pasar por un oficial de policía y retirando alrededor de 700.000 yenes en efectivo en abril de 2019. (AG/)
