Un hombre de 60 años que reside en la prefectura de Hyogo contrajo covid-19 en julio pasado. Sus síntomas fueron moderados y superó la enfermedad, pero su recuperación no ha sido total.
Como consecuencia de la infección, sufre dolores de cabeza y fatiga, y sus capacidades cognitivas se han deteriorado.
En declaraciones a Mainichi Shimbun, el oficinista revela que se ha vuelto olvidadizo. Pierde cosas con frecuencia y debe escribir notas sobre las dificultades que enfrenta para no olvidarlas y comunicárselas a su médico.
“Después de levantarme por la mañana, ni siquiera podía sentarme en la cama”, “no puedo hacer nada debido a la fatiga”, son algunas de las cosas que escribe a diario en su smartphone.
El declive de sus habilidades cognitivas también ha afectado su desempeño laboral. “Me cuesta escribir correos electrónicos para el trabajo”, dice el oficinista.
“Mi capacidad para concentrarme y pensar ha disminuido, e incluso con las notas hay momentos en los que es difícil seguir las letras”, añade.
Su ánimo también se ha desplomado. El hombre confiesa que ha perdido interés en todo.
Antes de la enfermedad, dice que su memoria funcionaba de manera fluida, sin ningún problema.
Su médico, Satoshi Marumo, del Hospital Kitano del Instituto de Investigación Médica en Osaka, explica a Mainichi que es posible que la inflamación cerebral causada por el covid-19 persista y afecte la cognición y la memoria.
Una investigación realizada el año pasado en el Instituto de Salud Pública de la Universidad de Washington, utilizando los datos de 154.068 personas infectadas (edad promedio: 61,4 años), y 5.638.795 personas no infectadas (edad promedio: 63,4 años), halló que las primeras tenían un riesgo de desarrollar problemas de memoria un año después de la infección 1,77 veces mayores en comparación con las segundas. (International Press)