La Guardia Costera de Japón desplegará dos drones más a su flota de vehículos aéreos no tripulados MQ-9B SeaGuardian, elevando la cuenta a tres para vigilar actividades potencialmente hostiles en aguas japonesas.
El gobierno incluyó fondos para los drones adicionales en el proyecto de presupuesto del año fiscal 2023. El avión se utilizará para detectar barcos pesqueros extranjeros y barcos no identificados que operan ilegalmente en la zona económica exclusiva de Japón (ZEE).
El Nikkei dijo que las naves estarán estacionadas en la Base Aérea Hachinohe de la prefectura de Aomori, una instalación de la Fuerza de Autodefensa Marítima en la que se desplegó el primer SeaGuardian en octubre de 2022.
La Autodefensa Marítima también operará los SeaGuardians fuera de Hachinohe a modo de prueba en el año fiscal 2023, que comienza en abril y compartirá datos de inteligencia recopilada por drones con la Guardia Costera.
El dron ha sido fabricado por la estadounidense General Atomics y es capaz de volar 35 horas continuas, suficiente para volar todo el perímetro de la ZEE y regresar. También será usado para recopilar información sobre desastres y en misiones de rescate.
Puede llevar a bordo una gama cada vez mayor de cargas útiles avanzadas que mejoran su capacidad para detectar, comunicar y ejecutar otras operaciones, incluido el lanzamiento de su propio conjunto de drones más pequeños, como el Sparrowhawk de GA-ASI, que puede despegar y regresar en pleno vuelo a la nave nodriza.
El SeaGuardian también puede buscar debajo de la superficie. Equipado con hasta 80 sonobouys de tamaño G, el avión puede iniciar o unirse a la caza de submarinos hostiles junto con unidades navales convencionales como embarcaciones, helicópteros a bordo o aviones de patrulla tripulados por humanos. (RI/NI/)
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