La fiscalía de Nagoya decidió no acusar a 13 funcionarios de la oficina regional de inmigración de la ciudad japonesa, incluyendo al jefe, por la muerte de Wishma Sandamali, una mujer de Sri Lanka de 33 años.
Un panel de ciudadanos que revisa el trabajo de los fiscales calificó la decisión de los fiscales como injusta.
¿Qué significa esto? Que la fiscalía de Nagoya reabrirá la investigación de la muerte de Wishma.
La mujer murió en marzo de 2021 en un centro de detención de Nagoya, donde estaba recluida por permanecer de manera ilegal en Japón.
La familia de Wishma denunció penalmente a los funcionarios de inmigración por la muerte.
En junio de 2022, la fiscalía decidió no presentar cargos contra las 13 personas alegando que no se había podido establecer una relación causal entre la muerte y el manejo de su caso por parte de los funcionarios.
Wishma murió por una enfermedad no especificada. En enero de 2021 informó a los funcionarios de que tenía problemas de salud, y pese a un médico que recomendó su liberación para que recibiera atención, la oficina de inmigración decidió mantenerla encerrada.
La familia sostiene que los funcionarios de inmigración no proporcionaron atención médica adecuada ni alimentos a Wishma, lo que condujo a su muerte. (International Press)
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