La trágica muerte de la niña de 2 años cuyo padre dejó olvidada dentro de un coche en la ciudad de Kishiwada (Osaka) podría haberse evitado.
El sábado pasado, el hombre llevó a sus tres hijas a dos guarderías distintas. Dejó a dos de ellas en una, pero a la otra la olvidó en el coche, creyendo que sí la había dejado.
La niña estuvo alrededor de nueve horas dentro del vehículo y murió por un golpe de calor.
El sábado, la guardería municipal donde estaba matriculada la víctima notó que de los 20 niños que debían estar presentes, faltaba ella, revela Mainichi Shimbun.
El personal de la guardería debe llamar a los padres de un niño si este falta sin previo aviso.
Alrededor de las 10 de la mañana, una persona que trabaja en la guardería iba a llamar a la madre de la víctima para preguntar por qué esta se había ausentado.
Sin embargo, no lo hizo, pues estaba ocupada respondiendo a unos padres. Después se olvidó de hacer la llamada.
La negligencia fue hecha pública por el municipio de Kishiwada, que a través de una alta funcionaria reconoció que la muerte de la pequeña “podría haberse evitado si la guardería se hubiera puesto en contacto con su familia”.
El municipio prometió trabajar para que una tragedia como la del fin de semana pasado no se repita.
Por lo pronto, convocó a una reunión de emergencia con los directores de once guarderías municipales para instarlos a que se comuniquen con los padres en caso de ausencias imprevistas.
Con respecto al padre, el pediatra Tatsuhiro Yamanaka, director de la organización Safe Kids Japan, declaró a Mainichi que quiere que la gente entienda que hechos como el reseñado no ocurren “por falta de afecto o interés por los niños, puede ocurrirle a cualquier persona como consecuencia de un comportamiento rutinario o falta de atención”. (International Press)
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