La policía japonesa terminó la investigación sobre la muerte del becario peruano Julio César Tapara y por «asuntos de privacidad personal» le corresponde a su familia hacer público los motivos de su fallecimiento, dijeron fuentes cercanas al caso.
«Es un tema delicado. Le corresponde a la familia hablar sobre el tema», dijo la fuente. Ayer se informó que la policía de Tokio determinó que se trataba de un caso «no criminal».
El Consulado General del Perú en Tokio dijo que no emitiría ningún comentario sobre la muerte de Tapara salvo el contenido del comunicado que ayer publicó en sus redes sociales.
El Consulado se reafirmó en que «desde el primer momento que Consulado tomó conocimiento de este lamentable hecho, solicitó a las autoridades policiales el resultado de las investigaciones sobre el fallecimiento del señor Tapara».
Al mismo tiempo, las autoridades consulares dijeron que el cuerpo de Julio César será cremado a pedido de su familia en Perú.
Hoy, Sonia Tapara, hermana mayor de la víctima. declaró a la prensa peruana, que eligieron la cremación del cuerpo por cuestiones económicas.
Los costos de repatriación de las cenizas serán cubiertos con recursos del Consulado Peruano y el apoyo de empresas privadas, como el Instituto Tecnológico de Tokio, donde el peruano estudiaba en el programa de Física. Esta institución pagará la cremación.
El pasado 1 de octubre, el becario peruano fue encontrado muerto por la policía en su departamento de la residencia estudiantil. Los motivos de su fallecimiento siguen siendo de interés público dada la desconfianza que existe sobre el accionar de la policía japonesa cuando de por medio hay un extranjero, entre otras cosas.
Juan Tapara, el padre de Julio César declaró a La República que su hijo “no tenía ningún problema de salud ni psicológico. Iba al gimnasio, tenía una alimentación saludable, no tomaba alcohol, ni fumaba; por eso nos parece extraña su muerte y queremos que se investigue”. (International Press)