El 29 de julio de 2021, Toma Kurakake, un niño de 5 años residente en la prefectura de Fukuoka, murió por un golpe de calor.
Toma estuvo encerrado en el autobús de la guardería donde estaba matriculado casi nueve horas, entre 8:30 a. m. y 5:15 p. m.
Como parte de su investigación, la policía de Fukuoka replicó el ambiente que sufrió Toma (un autobús con todas las ventanas cerradas), y descubrió que la temperatura superaba los 50 grados, revela Jiji Press.
El lunes se realizó la primera sesión del juicio entablado contra la exdirectora y una profesora de la guardería por negligencia profesional causante de muerte en el Tribunal de Distrito de Fukuoka.
La exdirectora, Yoko Urakami, de 45 años, y la maestra Noriko Toba, de 59, admitieron su culpabilidad.
Urakami conducía el vehículo, mientras que Toba se encargaba de hacer bajar a los niños.
Cuando el autobús llegó a la guardería, los niños descendieron del vehículo, menos Toma.
Urakami y Toba cerraron el autobús sin percatarse de que la víctima no había bajado.
Ambas reconocieron no haberse cerciorado de que el niño descendiera del autobús. (International Press)