El gobierno japonés ha comenzado a realizar ajustes para aumentar el límite diario de visitantes del extranjero de los 20.000 actuales a 50.000, dijeron fuentes cercanas a la Oficina del Primer Ministro.
Según la cantidad de contagios en Japón, el primer ministro Fumio Kishida tomará una decisión, posiblemente mañana miércoles desde su residencia oficial donde se recupera de una infección por coronavirus.
También se considera eliminar la prueba COVID-19 como requisito para viajeros que quieren ingresar o regresar a Japón. Aunque el país avanza hacia la normalización de la inmigración, se mantienen restricciones muy estrictas en comparación con otros países desarrollados, especialmente para los turistas.
En cuanto a las medidas contra el coronavirus, el Gobierno también revisará el minucioso conteo de contagiados para aliviar el trabajo administrativo a los centros médicos. (RI/NI/)