El 9 de mayo, un policía de 21 años de la estación policial de Tatebayashi, en la prefectura de Gunma, tomó el pescado de un bento (comida en caja) que estaba destinado a un detenido en régimen de aislamiento.
Sin embargo, otro agente cogió el bento y en vez de entregárselo al solitario detenido lo llevó a una celda donde estaban varias personas encerradas. Una de ellas se quejó de que su bento tenía menos comida que el resto.
Una investigación halló responsabilidad en el policía de 21 años, revela Japan Today.
Cuando lo interrogaron, el joven agente declaró: “Tenía hambre”.
El policía recibió una reprimenda el 10 de junio. El mismo día renunció.
Sus problemas no han acabado con su dimisión, pues la policía de Gunma ha decidido acusarlo de robo. El caso está en manos de la fiscalía.
El robo de comida era una práctica habitual en él desde abril. El expolicía comía porciones de bento de detenidos en aislamiento (así no se daban cuenta de que recibían menos).
Además, cuando los detenidos no consumían todo el bento, él comía las sobras. (International Press)