En septiembre de 2019, la familia Ogura, con residencia en la prefectura de Chiba, viajó a la de Yamanashi para hacer campamento en una montaña. Estaban de vacaciones.
Misaki Ogura, de 7 años, fue vista por última vez mientras seguía a unos niños. Su desaparición movilizó a 1.700 personas, entre policías, bomberos y miembros de las Fuerzas de Autodefensa de Japón que durante 16 días de extensas búsquedas no pudieron encontrarla.
Durante casi tres años no hubo mayores novedades con respecto al caso, hasta que el 23 de abril pasado un hombre halló un fragmento de cráneo en el lecho de un arroyo seco, a unos 600 metros del campamento de la familia Ogura.
La búsqueda en la zona ha permitido el descubrimiento de otro fragmento óseo, así como de una zapatilla, calcetines y una camiseta que, según la NHK, coinciden en forma y color con los que vestía Misaki cuando desapareció.
Sin embargo, las evidencias aún no son concluyentes. Si bien el fragmento de cráneo encontrado es de una persona joven y estuvo varios años a la intemperie, no se ha podido probar que fuera de Misaki.
La madre de Misaki, Tomoko, mantiene la esperanza de que su hija siga viva. Mientras no existan pruebas que aseguren lo contrario, continuará creyendo.
Tomoko recibió con gran alivio un informe policial según el cual no se ha podido concluir que los respetos pertenezcan a Misaki.
“Creo que Misaki regresará a salvo”, declara a la NHK. Mientras tanto, sigue orando. (International Press)
Descubre más desde International Press - Noticias de Japón en español
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.