Durante dos años, un trabajador vietnamita de una compañía de construcción en la prefectura de Okayama soportó abusos físicos por parte de sus colegas japoneses. Cansado de los maltratos, buscó ayuda y la encontró en un sindicato.
El vietnamita, que trabaja en Japón como aprendiz, llegó a un acuerdo con la constructora, resalta Asahi Shimbun.
La constructora ofreció disculpas al hombre de 41 años. Además, le pagará una compensación.
La organización intermediaria que lo colocó en la constructora -y que debió haber velado por su bienestar- también se disculpó con él por no haberlo apoyado y lo compensará por los daños sufridos.
El vietnamita llegó a Japón en 2019 para ser capacitado en la firma de Okayama. Su principal tarea consistía en ayudar a montar andamios en obras de construcción.
Poco después de ingresar a la empresa, los japoneses comenzaron a abusar de él.
En una ocasión, revela Asahi, sufrió la rotura de tres costillas después de que lo derribaron al suelo a golpes y lo patearon con calzados con punta de acero.
Algunos ataques fueron grabados. El sindicato que ayudó al vietnamita, con sede en la prefectura de Hiroshima, consiguió un video de una agresión y lo publicó.
Actualmente, el hombre trabaja como aprendiz en una empresa de construcción en Hiroshima. Su situación es diametralmente opuesta. Dice estar mejor de salud y que disfruta de su nuevo trabajo.
Con respecto a la compañía de Okayama, el Ministerio de Trabajo de Japón le revocó el permiso para contratar a aprendices extranjeros por “grave violación de los derechos humanos”. (International Press)