Toyota Motor anunció hoy que suspenderá la producción en su planta rusa desde este 4 de febrero debido a la dificultad en la adquisición de piezas en medio de las sanciones recibidas por la invasión de Ucrania.
Toyota también detuvo las exportaciones de vehículos a Rusia citando las interrupciones en la cadena de suministros.
«Como empresa con operaciones en Ucrania y Rusia, nuestra prioridad para enfrentar esta crisis es garantizar la seguridad de todos los miembros del nuestro equipo, el personal de ventas y los socios de la cadena de suministro», dijo Toyota en un comunicado. «También estamos monitoreando el desarrollo global de los acontecimientos y tomaremos decisiones según sea necesario», acotó.
Toyota, el líder en el mercado automotriz de Rusia, fabricó el año pasado alrededor de 80.000 vehículos en su planta de San Petersburgo, incluidos el vehículo deportivo RAV4 y el sedán Camry. Esta producción depende de un 40% de componentes importados.
La venta de vehículos continuará hasta que se agote el inventario, aunque la empresa dijo que se mantendrá el servicio de mantenimiento, entre otros.
La decisión de Toyota se produce en medio de una fuga masiva de empresas con operaciones en Rusia.
Entre los fabricantes de automóviles, Ford, Daimler Truck y Volvo dijeron el lunes que suspenderían sus operaciones en Rusia, mientras que Honda Motor, BMW y Jaguar Land Rover detuvieron los envíos al país.
Mazda Motor, que tiene una planta de riesgo compartido en Vladivostok con la fabricante rusa Sollers, se está preparando para dejar de exportar piezas al país en los próximos días. (RI/NI/)