Un diplomático japonés fue detenido temporalmente en Pekín a principios de esta semana mientras estaba de servicio provocando la protesta de Japón. Sin embargo, China argumentó ayer que su acción estaba justificada porque el funcionario estaba realizando una supuesta actividad «ilegal».
El ministro de Relaciones Exteriores de Japón, Yoshimasa Hayashi, informó el martes por la noche que el gobierno había presentado una protesta ante China diciendo: «No podemos pasar por alto (el incidente) y nunca lo aceptaremos».
Pero China rechazó la protesta y afirmó que un diplomático no identificado de la embajada japonesa en Pekín había sido investigado e interrogado de acuerdo con la ley después de actuar de manera inapropiada, aunque sin dar más detalles.
Un funcionario chino le dijo a la agencia Kyodo que el diplomático estaba recopilando información ilegalmente.
No obstante, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Japón dijo que el diplomático fue detenido el lunes por la tarde mientras se encontraba en un negocio oficial legítimo. Unas horas después, el diplomático fue liberado luego de intercambios con las autoridades chinas.
La Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas requiere que el estado anfitrión evite cualquier perturbación de la paz de una misión diplomática o menoscabo de su dignidad.
Sin embargo, China respondió que la convención «estipula claramente los límites de comportamiento de los diplomáticos», y agregó que «los diplomáticos están obligados a respetar las leyes y reglamentos del país anfitrión». (AG/RI/)