El primer ministro Fumio Kishida anunció esta noche que relajará gradualmente las restricciones fronterizas por coronavirus desde marzo próximo elevando la cantidad de inmigrantes que podrán entrar al país de 3.500 a 5.000 por día para beneficio de estudiantes internacionales, pasantes técnicos y empresarios.
También dijo que el período de aislamiento de los viajeros que llegan a Japón se reducirá de siete a tres días. Las personas procedentes de países con alto riesgo de infección deberán esperar en una instalación designada.
Aquellos viajeros que tengan las tres vacunas contra coronavirus y vengan desde países donde los contagios han disminuido no necesitarán de ninguna cuarentena. Aún no se permitirá aún el ingreso de turistas extranjeros.
“El ritmo de propagación de la variante Ómicron en todo el país está comenzando a disminuir”, manifestó Kishida y agregó: “Treinta y seis prefecturas están comenzando a ver una disminución en número de personas infectadas”.
El primer ministro dijo que para la apertura de marzo próximo ha tomado en cuenta “la situación en otros países”, pero consideró que “no es realista aflojar las medidas de una sola vez”.
Inmediatamente después, el embajador de Estados Unidos en Japón, Rahm Emanuel, declaró en un comunicado que la decisión beneficiará a los estudiantes y viajeros de negocios “que son vitales para garantizar que los lazos económicos entre Japón y Estados Unidos, así como con otros socios afines”.
El Nikkei informó que la Cámara de Comercio Estadounidense en Japón aplaudió la medida y dijo que “sería un paso significativo para abordar las necesidades urgentes de las empresas, familias separadas y estudiantes, así como para estimular la economía de Japón”.
Según datos de la Agencia de Servicios de Inmigración de Japón unos 400.000 extranjeros no han podido entrar al país a pesar de haber recibido la aprobación para la visa. (RI/NI/AG/)
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