Los emperadores Naruhito y Masako encabezaron la Ceremonia de Celebración del Año Nuevo, un acto nacional al que acudió la familia imperial en pleno, para recibir el saludo protocolar de los jefes de los tres poderes del Estado y de los embajadores acreditados en el país.
Fue el primer saludo oficial por Año Nuevo de Aiko, la hija de los emperadores tras el evento de su mayoría de edad a principios de diciembre.
El ritual de saludo oficial se redujo en escala en prevención de contagios por coronavirus. Todos llevaban mascarillas, mientras que la Emperatriz y las princesas de la familia se abstuvieron de usar tiaras en consideración a la situación que muchas personas viven a causa de la pandemia.
La princesa Kiko Akishino no asistió al acto porque está de luto por la reciente muerte de su padre Ttsuhiko Kawashima, profesor emérito de la Universidad de Gakushin.
La tradicional visita del público al Palacio Imperial que se realiza el 2 de enero fue cancelada por el coronavirus. Junto a Masako, el emperador Naruhito emitió un mensaje por video en el que dijo en relación a los daños e la pandemia: “Espero sinceramente que podamos compartir el dolor y apoyarnos mutuamente para superar esta difícil situación”.
Tras la ceremonia, Naruhito, Masako y su hija acudieron al Palacio de Sento en Tokio para saludar a los emperadores eméritos, Akihito y Michiko. Los ojos se centraron en Aiko, quien llevaba un sombrero con una decoración floral y saludaba con una sonrisa a la gente que se apostó a lo largo del camino del coche oficial rumbo a la casa de sus abuelos. (RI/NI/)
