Japón comenzó a aplicar el miércoles la dosis de refuerzo a los trabajadores médicos. El gobierno del país asiático ha establecido un intervalo mínimo de ocho meses entre la segunda y la tercera dosis.
Sin embargo, muchos gobiernos locales, entre ellos los de las prefectura de Osaka e Ibaraki, así como autoridades en Tokio, han pedido reducir a seis meses el periodo de espera, según la NHK.
El gobierno de Japón autoriza recortar el intervalo a medio año en caso de que se detecten focos de infección en instituciones médicas y residencias para ancianos, para vacunar tanto a los trabajadores como a los residentes.
No obstante, los gobiernos locales buscan que el periodo disminuya a seis meses aunque no haya clusters.
En esa línea, el alcalde del distrito tokiota de Setagaya, Nobuto Hosaka,
quiere que la tercera dosis se suministre lo antes posible precisamente para prevenir los focos de infección.
Hosaka expresó su preocupación por la variante ómicron, altamente contagiosa, y subrayó que la situación ha cambiado rápidamente desde hace una semana.
El gobierno central, dijo, debe ser flexible ante las necesidades de los municipios. (International Press)
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