Una inocua disputa sobre el paradero de una pelota de fútbol en un centro de inmigración en la prefectura de Ibaraki derivó en un esguince de cuello y la búsqueda de una reparación de un millón de yenes (8.700 dólares) por parte de la víctima, un brasileño de 32 años.
El extranjero exige, además, que el Centro de Inmigración Higashi-Nihon, en la ciudad de Ushiku, ofrezca disculpas, informó Mainichi Shimbun.
El incidente tuvo lugar el 27 de agosto, durante un ejercicio físico. El brasileño y un guardia de seguridad discutieron sobre dónde estaba un balón de fútbol.
El guardia le hizo una llave de cabeza al brasileño, a quien luego se le diagnosticó un esguince de cuello.
El centro de inmigración confirmó el incidente e informó de que la recuperación del extranjero tomó dos semanas.
El guardia, asignado al centro por la empresa de seguridad privada a la cual pertenece, dijo que hizo la llave a manera de broma, como un juego.
El abogado del brasileño realizó la solicitud de compensación a fines del mes pasado, pero el centro de inmigración no ha atendido hasta el momento el pedido.
Las autoridades anunciaron que exigirán a la empresa de seguridad privada que tome medidas para que un hecho como el reseñado no se repita.
El centro de Ibaraki alberga a extranjeros confinados por permanecer ilegalmente en Japón. (International Press)
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